Producción de Aceite de Soya

Las semillas de soya contienen típicamente un 19 % de aceite. El aceite de soya tanto líquido, como hidrogenado es vendido como “aceite vegetal”, utilizado en una amplia variedad de alimentos procesados o como una fuente de biodiesel.

Para extraer el aceite de las semillas primero se reduce su tamaño utilizando medios mecánicos, con el objetivo de aumentar su superficie y facilitar la siguiente fase de extracción, durante la cual se extrae su contenido de aceite mediante un proceso de extracción con hexano comercial. El fluido que sale de la fase de extracción está constituido por una mezcla entre aceite de soya y hexano que se denomina micela. El 90% del hexano contenido en la miscela simplemente se evapora y se recupera para su reutilización. La parte restante de hexano se remueve en una columna de separación que funciona a temperaturas superiores a la del punto de ebullición del hexano. Al aceite que sale de la columna se le denomina aceite crudo. Posteriormente el aceite crudo es refinado y mezclado para diferentes aplicaciones y una parte del mismo es hidrogenada.

La etapa de refinación está diseñada para remover los fosfolípidos y los ácidos grasos libres en el aceite crudo. La refinación puede hacerse en dos etapas, la primera es el desgomado y la segunda es la neutralización o refinación caustica. Durante el proceso de refinación se adiciona al aceite una solución alcalina (usualmente de hidróxido de sodio) y ésta reacciona con los ácidos graso libres para producir jabón. Este jabón es insoluble en el aceite y es fácilmente removido mediante un lavado con agua. La solución alcalina también neutraliza cualquier ácido remanente de la etapa de desgomado y reacciona con los triglicéridos en el aceite, de tal suerte que los parámetros de neutralización deben ser optimizados para minimizar las pérdidas de productividad (tipo de álcali, concentración de la solución, temperatura, agitación y tiempo).

LOS REFRACTOMETROS DE PROCESO VAISALA POLARIS EN LA INDUSTRIA DE ACEITE DE SOYA:

En la etapa de extracción con solvente, la cantidad de aceite extraído en hexano puede ser medida con el Refractómetro de procesos PR-53 de Vaisala. Típicamente hay un 30% de aceite y un 70% de hexano. La temperatura de proceso es de 60°C (140° F).

Después de la extracción, el solvente es recuperado en la columna de separación. Por propósitos de control calidad se mide el índice de refracción del aceite después de haber sido removido el solvente. Con el control en línea el proceso de extracción se controla más efectivamente y la extracción puede ser optimizada.

La concentración de soda caustica también se monitorea utilizando un refractómetro de procesos Vaisala Polaris a fin de que el proceso de neutralización proceda de manera eficiente.

Vaisala ofrece equipos apropiados para zonas peligrosas y aprobaciones de seguridad intrínseca.